Ya que anteriormente hemos hablado de las olas de marea (también denominadas tsunamis y que usualmente son causadas por terremotos y también por deslizamientos submarinos o volcanes submarinos) aquí está un video de el tsunami en Thailandia, en el año 2005.
Era una soleada mañana de domingo, en el sureste asiático. Miles de personas disfrutaban tomando el sol. A las 06:58 de la mañana todo cambió.
Frente a la isla de Sumatra y desde el fondo del mar, un terremoto de 9.2 grados en la escala de Richter sacudió la zona. Dieciocho minutos después, el mar provocaría una de las peores catástrofes de los últimos 40 años.
El terremoto generó olas de más de diez metros de altura, que se desplazaron a una velocidad superior a los 800 kilómetros por hora.
El tsunami golpeó a Indonesia, Sri Lanka, la India, Malasia, Tailandia, Islas Maldivas y extensas aéreas costeras de Birmania, Bangladesh, Kenya y Somalia.
En dos horas, el tsunami o maremoto barrió con todo lo que encontró a su paso en la costa sur de Asia.
Bañistas, deportistas y pescadores fueron las primeras víctimas.
Con el paso del tiempo surgiría la verdadera cara de la catástrofe. En ésta, la peor tragedia en el sureste asiático murieron 280 mil personas.
Casi dos millones de personas se quedaron sin un techo donde vivir. un año de distancia, miles de personas siguen reportadas como desaparecidas.
La tragedia hubiera sido menor si la India y Sri Lanka hubiesen contado con un sistema de alerta de tsunamis. No hubo alerta.
La fuerza de la naturaleza simplemente fue imparable.
A la dimensión de la tragedia se igualó la respuesta de la comunidad internacional.
Gobiernos y organismos humanitarios de todo el mundo donaron más de siete millones de dólares para ayudar a quienes perdieron todo ante el embate de la naturaleza.
A pesar de los esfuerzos de los gobiernos para reconstruir los daños causados por el tsunami, pasarán años antes de que la vida vuelva a ser la misma en el sureste asiático.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
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